… PARA ANDAR POR LA MONTAÑA
La Práctica del montañismo, nos puede llevar a recorrer sendas que discurran a nivel del mar o que terminen en la cumbre más elevada del Himalaya, para lo cual tenemos que conocer los peligros y dificultades que nos podemos encontrar para evitar el temido accidente, que dependiendo la altitud o lugar que ocurra, puede ser muy desagradable y a veces lamentablemente mortal o dejando secuelas muy penosas, que tendremos que soportar durante el resto de nuestras vidas.
Para poder disfrutar de la Montaña, conviene ir poco a poco, ganando conocimientos y experiencia, ya que a las montañas no se le deben tener nunca miedo, pero tampoco perderles el respeto, por muy llana o baja que nos parezcan.
El primer consejo para un principiante o personas con poca experiencia, es no ir solo, y sobre todo indicar a alguien la ruta elegida para la actividad y el tiempo que se va a emplear en realizarlo.
La montaña, como deporte, se puede dividir en:
- EXCURSIONISMO
- BAJA MONTAÑA
- MEDIA MONTAÑA
- ALTA MONTAÑA
Lo primero que encontramos en montaña, son recorridos con poco desnivel, discurriendo al 100 x 100 por carriles y caminos, balizados y señalizados, casi siempre uniendo poblaciones y no más de 10 kilómetros de recorrido, lo que denominaremos como SENDERISMO.
Las señalizaciones pueden ser de muchas formas o colores, pero cada vez se va implantando un código internacional, que sin importar país e idioma, todo el mundo entienda.
Pueden ser de pequeño recorrido (PR) color amarillo y blanco o de gran recorrido (GR) color rojo y blanco.
Los GR deben tener como mínimo 50 kilómetros y no importa el máximo, la idea es unir Europa a través de grandes GR.
Se pueden trazar itinerarios, conectando con otros PR ó parte de un GR (no todos los senderos están balizados).
El material y equipación que nos hace falta para la practica del Senderismo, en un buen mapa o guía que nos indique por donde nos movemos, ir preparados para el calor (gorro, camisetas manga corta, protección solar, etc.) y para el frio y la lluvia (ropa ligera pero de abrigo e impermeable), calzado ligero y cómodo, así como un macuto para llevar agua, comida, etc. no viniendo mal unos prismáticos y cámara fotográfica.
Es conveniente antes de ponernos en marcha, interesarse que tiempo nos va a hacer, aunque si el trazado va a ser largo, y no es pleno agosto, aunque haga calor, un chubasquero es muy aconsejable, y por supuesto, si hay tormenta o mucha niebla, dejarlo para otro día.
Aunque también conocemos por senderismo los recorridos, que transcurren por veredas que terminan en cumbres o collados de baja altitud y ubicados en zona de clima suave, tipo mediterráneo (menos de 1.500 mtrs altitud), la denominación correcta será excursionismo de BAJA MONTAÑA.
Pueden tener las mismas señalizaciones que los PR, auque la mayoría de ellos, estarán indicados por montoncitos de piedras conocidos como hitos.
En estos recorridos debemos prestar más atención, ya que a veces, sobre todo en los que terminan en cubres, nos podemos ver fuera de veredas y sobre todo el terreno que pisamos no ser muy estable (pedreras, aristas, suelo poco adherente, etc.), por lo cual en las guías, podemos encontrar marcado como sendas de grado de dificultad, ALTA, MEDIA y BAJA.
También aunque el equipo es casi el mismo que en senderismo, tenemos que prestar más atención al calzado (botas suela tipo vibran y media caña), macutos con respaldar y hombreras anatómicas y adaptables y con cinturón a ser posible de pecho y cintura, que nos permita un buen ajuste. La mochila será cómoda, sólida y resistente.
En este tipo de sendero es muy importante, aunque sepamos que existen fuentes, llevar siempre agua desde el principio, algo de comida y además una brújula, botiquín, mapa, linterna, para evitar pérdidas, curar una posible herida y tener luz para cualquier necesidad.
Aquí, si no se conoce al 150% el terreno que se pisa, caso de niebla, media vuelta y en la tormenta, si no se ha sido prudente al comprobar el estado del tiempo, huir de los sitios peligros del rayo, árboles, zonas altas, tendidos eléctricos, techados metálicos, etc. y por supuesto la acción del rayo puede venir por el suelo, por lo cual en medio de una tormenta eléctrica, desprenderse de todo lo metálico que se lleve y si es posible subirse encima de algo aislante, como gomas, plásticos, y huir de zona húmeda.
A partir de los 1500 metros de altitud, con climas tipo mediterráneo, se considera MEDIA MONTAÑA, pudiendo encontrar además de pedreras, como en la baja montaña, nieve, por lo cual hay que prestar más atención en la preparación del itinerario, pues la nieve puede cubrir las veredas, señalizaciones y la presencia del frio, endurece y dificulta las condiciones de la ruta.
Se ha de tener encuenta, que a medida que se gana altura, la temperatura va disminuyendo (cada 100 metros de altitud, el termómetro baja ½ grado de temperatura aproximadamente).
Una misma altitud en la provincia de Málaga, LA MAROMA, en la Sierra de GREDOS, Ávila o la Sierra de Guadarrama, Madrid, pasaría de ser MEDIA MONTAÑA a ALTA MONTAÑA, pues debido al frio, la presencia del hielo, nos hace usar materiales como grampones, piolet, raquetas o esquís para desplazarnos, además de tener que emplear tipo de ropa, mas preparada para combatir el aire, frio, agua y nieve.
También en terreno de ALTA MONTAÑA, el uso de gafas y cremas de alta protección a los rayos ultravioletas, serán imprescindibles, ya que su falta, si se está varias horas expuestos a los rayos solares, nos puede traer graves problemas en nuestros ojos y piel.
La ALTA MONTAÑA, no es aconsejable introducirse en ella, sin ir acompañado de personas expertas o haber adquirido unos conocimientos previos, a través de cursos de iniciación.
Aún con conocimiento de la técnica de Hielo, no hay que olvidar todo lo dicho anteriormente, es decir: ROPA ADECUADA, MATERIAL DE MONTAÑA, BRÚJULA, MAPA, LINTERNA, COMIDA, AGUA y sobre todo indicar a alguien, ruta, tiempo estimado de duración de la actividad y al ser posible teléfono para comunicar cualquier incidencia o pedir ayuda.
Es aconsejable emplear ropa de colores fáciles de localizar desde el aire, y prendas como guantes, gafas, gorros, calcetines, llevar duplicado.
En ALTA MONTAÑA. Es conveniente llevar un altímetro y barómetro, pues nos indicará la altitud y presión atmosférica, ya que la descompensación de ellas, indicará la presencia de buen o mal tiempo, si baja la presión precipitadamente es señal de mal tiempo, y si se recupera, lo contrario.
Hay que prestar atención a que se mete en la mochila, en cualquier actividad (sobre todo en ALTA MONTAÑA), pues lo que sobra pesa y nos hará más penoso la marcha, sobre todo cuesta arriba.
Para practicar la ALTA MONTAÑA, es muy importante, sobre todo para itinerarios largos o de fuertes pendientes, tener una buena forma física.
Para realizar rutas en ALTA MONTAÑA, los grados de dificultad que podemos encontrar en cualquier guía, serán:
- F- fácil
- PD – poco difícil
- AD – algo difícil
- D – difícil
- MD – muy difícil
- ED – extremadamente difícil
Es importante ser de alguna Asociación o poseedor de la Tarjeta Federativa, ya que además de conseguir importantes descuento en refugios, cursos de formación y en algunas tiendas de deportes de montaña, nos cubre todos los gastos médicos y de rescate de un posible accidente o pérdida en Montaña y seguros de responsabilidad civil.
Por último, y no menos importante es el tema ecológico. Al respecto, y resumiendo, hay que decir que todo lo que se lleva al monte, hay que devolverlo a casa.
Aunque lo orgánico, sirve de abono en la naturaleza, hay que procurar no dejarlo a la vista en los senderos, y sobre todo pensad que en sitios de nieve el frío conserva durante años esos restos permanecerán en el sitio donde se arrojasen por la falta de animales.
Con respecto a los restos inorgánicos y los fuegos en la montaña, no creo que haya que comentar nada.
También es habitual el llevarse plantas o minerales, en este sentido podemos decir que uno no importa, pero si cada excursionista coge uno, puede poner en peligro el equilibrio del monte.
Y con respecto a insectos y fauna en general, debemos procurar que no noten nuestra presencia.
En resumen, hay que procurar cuando se sale al campo dejarlo mejor que estaba, si es posible, que cuando llegamos y no hacer en el lo que no haríamos en nuestra casa; y que el sentido común y la lógica imperen en todas las situaciones que nos pueda sobrevenir en la montaña.